2+1 en Creta (1er Día)

Sábado 5 de mayo de 2007, tres inconscientes españoles han quedado a las 8:30 de la mañana para partir en un viaje hacía Creta con escala en Atenas. No sabemos si volverán. Sus nombres, Javier, Manuel, y el que suscribe, Jose Luis.
A las 9:30 estamos en la T4 de Barajas, según todas nuestras noticias, lo más parecido al infierno para un viajero..........................pues, no es para tanto a las 9:40 hemos facturado, tenemos tarjeta de embarque, puerta, y hora de salida. Parece que la cosa funciona.
Bueno casi, Javi empieza el show, al pasar por el arco de seguridad, pita. Su primer cacheo intimo con un policía español, inolvidable.
El duty free, es algo peculiar, sin impuestos pero con unos precios prohibitibos. Un cafetito, un cartón de tabaco para Manu, una botellita de un litro de Barceló y tirando. Todos son bromas risas y parabienes.
El avión sale puntual, que para ser Iberia es algo para enmarcar. Tres horas y media de vuelo y llegamos a Atenas. Un aeropuerto no muy grande y bien señalizado. Podemos facturar con Aegan nada más llegar y al preguntar por la vuelta nos tranquilizan. Dioses, la azafata de tierra de Aegan es muy muy muy guapa, para que digan que las griegas tienen bigote.
Seis horas en Atenas, ni más ni menos, chistes malos, algunos Guillotines, Chinchón, una cena rara, y hasta los huevos de esperar.
Por fin en el avión, el avión del "amor", con cuatro azafatas bellísimas. Un vuelo muy corto, apenas 35 minutos en el aire, y un aterrizaje algo brusco. Ya estamos en Creta.
Después de recoger la primera maleta que sale por la cinta, la de Javi. Salimos a la zona de taxis. Por 10€ nos llevan a los tres al hotel con nuestro equipaje. Guay!!!!!!!!!!!!!!!!!!
Un peazo de mercedes, y un trayecto por barrios de mala muerte............esto...........un polígono industrial y el taxista coge el móvil y llama a alguien. Habla en perfecto griego moderno, mientras nos mira sonriente por esos lares, VAMOS A MORIR!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!, o al menos tiene toda la pinta de que nos van a meter el palo.
Pero no, a los 5 minutos llegamos a las murallas venecianas, que acojonan, y en nada estamos en el hotel. Un pequeño y cuco edificio al pie de la puerta de Hanon de la muralla occidental.
Tras registrarnos sin problemas, tratamos de ir de cena, digo tratamos porque elegimos un par de sitios donde la gente apenas habla inglés y es un show vernos en pleno proceso comunicativo, pero a las 12 de la noche estamos cenando en el final del bastión occidental al pie del mar mientras vemos como el Mediterraneo se pelea en la lejanía a oscuras con el Egeo.
Mañana más y espero que mejor.