Mitos y Leyendas (III)

Velas negras se recortan en el horizonte, si vuelvo victorioso las toranaré blancas como la nieve pura. Pues debemos pagar el precio de la derrota, 14 de nosotros seremos los que entremos esta vez en el palacio.

Muchos son los cuentos, los rumores y leyendas sobre los pasadizos, las trampas, y su temible morador. Pero esta noche he soñado que me zambullía en el mar y encontraba un anillo de oro, el anillo que me ayudará a superar esta empresa.

Cnosos, tantos años después que sus viejos muros apenas guardan el esplendor pasado. Festos ha derrotado a su gran enemiga y la ha reducido a lo que es hoy. Apenas un puñado de piedras quieren recordar a los que una vez altivos dictaban los designios de la tierra.

Aún recuerdo su dulce entrega, sin su ayuda jamás hubiera derrotado a su hermano. Dicen que lo hizo por amor. Yo siempre actué por amor, quizá un amor distinto pero no por ello menos puro. Ella fue la mujer de un Dios, yo fui condenado a unos trabajos perpetuos por el bien de los mios. Aunque siempre habrá quien dude de los sacrificios ajenos.

Algunos dirán que he vuelto donde comenzó todo, para mí por fin he llegado ha mi destino, y después de todo si Hera desea que me sean arrancados los ojos lo haré gustoso pues he llegado a mi paraíso.