No son Todos los que Están, ni están Todos los que Son.

Este post nace de la curiosa noticia que leí en la página de la BBC News.

La zoofilia como práctica sexual está presente a lo largo de la historia de la humanidad. Incluso en pinturas rupestres se han encontrado escenas en las que los cazadores parecían copular con los ciervos. La mitología griega está plagada de alusiones a estas prácticas. El mismo Zeus se convierte en cisne para copular con Lea y en toro para seducir a Europa. Todo ello adornado por impresionantes conjuntos escultóricos o en lienzos de lo más cuidado que visten las salas de los más importantes museos del mundo, y que son objeto de todos los flashes impertinentes con los que las alumbramos.

Por otro lado en el mundo rural la práctica de la zoofilia ha sido con frecuencia constatada. Llegándose a dar situaciones rocambolescas como esta noticia de la BBC, que se hacía eco, en febrero de este año, de un suceso en un pueblo al sur de Sudán. El consejo de ancianos de la localidad había obligado a un lugareño a contraer matrimonio con una cabra. La noticia aclaraba que el hombre en cuestión había sido sorprendido, por el dueño de la cabra, manteniendo una relación coital con su cabra. Así pues, lo llevó al consejo de ancianos y estos le asignaron como pena que o se casaba con la cabra para limpiar el honor de la familia o era encarcelado, por lo que decidió casarse con ella.

"Populus me sibilat, at mihi plaudo. Ipse domi simul ac nummos contemplar in arca".